Al igual que en otros lugares, Riglos y Murillo también tienen sus leyendas.En estos lugares y en sus alrededores no se dice nada de que tuviesen un lugar específico para sus aquelarres y reuniones brujeriles. Lo que sí tiene son historias y leyendas de la existencia de ellas.
A continuación os relato una de tantas.
Una era gigantesca, además de bruja, pero de las no dañinas. Según Chema Gutiérrez Lera, que se ha hecho eco de numerosas leyendas de la provincia de Huesca, precisamente esta giganta fue quien levantó los famosos y espectaculares Mallos de Riglos.
Por lo visto, tras ellos se ocultó a las miradas de los curiosos y al temor que su elevada estatura provocaba en el resto de los mortales. Además de giganta y bruja, era hilandera -o "filadera" -. Pero para realizar su labor no utilizaba su propia saliva, como la ha venido haciendo el resto de hilanderas del mundo. Ella, por el contrario,mojaba sus dedos en el río Gallego. En el mismo río remojaba igualmente el lino. Para ello, unos dicen que apoyaba un pie en Peña Rubia de Murillo y el otro en uno de los Mallos, concretamente el llamado la Cúpula de El Pisón, en cuya pared puede observarse una roca con forma de huso.
Actualmente hay quien cree que la bruja giganta de Riglos vive en la Foz de Escalete. A lo mejor realmente existe y, quien sabe, si algunos de los numerosos alpinistas que visitan aquel maravilloso paraje la ven algún día y nos dan noticia de ella.
Actualmente hay quien cree que la bruja giganta de Riglos vive en la Foz de Escalete. A lo mejor realmente existe y, quien sabe, si algunos de los numerosos alpinistas que visitan aquel maravilloso paraje la ven algún día y nos dan noticia de ella.
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